Somos el deseo de ser millonarios por arte de magia. Imagínese lo que haría, tómese su tiempo, piénselo bien. Ya lo tiene: las deudas, un viaje, ayudar a la familia. Conservar su trabajo, por supuesto. Si el hecho de que usted sea, de ahí en más, un millonario no lo va a cambiar. No lo va a cambiar, porque ya sabe para qué sirve el dinero, abstracción de nuestros deseos, invisibilizador de sudor, de sufrimiento, de molestias soportadas por otros. Además, ya sabemos que el dinero no da la felicidad, que ésta se encuentra en las pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario