Pese a ti mismo
ahí,
entre esas palabras casualemente reunidas,
entre cada letra, entre cada garabato;
entre las palabras,
no en ellas,
reside una verdad,
pequeña y mediocre,
a pesar de ella misma,
en el silencio
en el vacío perpetuo del fondo de cada página.
Asi es que sigue,
sigue acumulando tinta
perdida en mil hojas bien armadas
compaginación perfecta del vacío
sigue despilfarrando ideas vendidas
que contienen todo el arribismo
de este país-puerto-provincia sin sesos...
Abandónate a la pasión más vacía
que tus manos amables
que tus ojos de muerto
llenos del éxito que te asegura
ser el niño de quien eres,
te permitan moverte
y conocer seres de otras galaxias...
y cuando escribas una carta
por favor,
no la envíes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario